Lumbalú

Adiós a la Estrella del Caribe Diógenes Salgado Simarra

Kellys Olivera

San Basilio de Palenque perdió a un gran compositor, cantante y percusionista. El alegre Diógenes Salgado Simarra murió en la noche del 28 de agosto, dejándole su legado a los palenqueros y al mundo.

Acá Diógenes tocando maracas

Diógenes Salgado Simarra tenía 75 años y era la voz líder y percusionista del grupo “Las Estrellas del Caribe” de San Basilio de Palenque. Este grupo musical nació en 1961 y es el pionero de la terapia criolla, hoy conocida como champeta criolla. Su voz confinaba mucho con la identidad afrocolombiana: era capaz de expresar alegría y sentimentalismo en cada una de sus notas. Además de ser la voz líder, esta estrella tocaba las maracas, el guasá y los tambores. Su canto se ha callado para siempre la noche del 28 de agosto de 2015 en su pueblo natal.

A Diógenes lo caracterizaba su alegría, su habilidad en el baile, y su gusto por las fiestas de tambor y salsa. Le gustaba andar con su “Barra Loca”, el grupo en el que estaba la mayoría de los integrantes de Las Estrellas del Caribe. Entre más de los ocho temas que grabó, hay uno que los palenqueros no han podido sacar de su cabeza; éste se llama El Homenaje, refiere a una estatua que hay en Palenque y dice así: “Hace tiempo que mi madre me dijo que vino un hombre enviado de Dios, ese hombre que se llama Luis Benkos Biohó. En una cárcel encadenada, Luis Benkos Biohó llegó a Cartagena y en Palenque se quedó. ¡Viva Palenque y su redor, viva Luis Benkos Biohó!”

Su muerte nos sorprendió a todos porque su cuerpo era resistente y sano. “La única enfermedad que podía tener era que tomaba su ñeque. A él no le gustaba tener problemas con nadie, decía que él no se iba a poner a discutir porque él era un señor muy importante, muy reconocido a nivel mundial”, comentó con voz entrecortada su nieta Bleidis Salgado. Ella también recuerda con mucho agrado lo que le decía su abuelo: “Niña tú tienes mucho movimiento para bailar”.

Adiós a un grande ídolo de la música palenquera, que aunque se haya marchado, siempre estará en nuestra memoria.