Cultura y deporte
El deporte de los saladeros
Entra en acción la nueva Corporación Deportiva de El Salado. Ahora, saladeros entre los 5 y los 25 años no sólo tienen un espacio donde jugar sino también expertos del deporte que les permita mejorar sus capacidades.

Niños y niñas atienden todas las tardes a los entrenamientos.
Leiner Ramos es un saladero de sonrisa corta que sube sus cachetes hasta que parece dejarlo sin vista. Desde hace tres años trabaja para promover el deporte en El Salado. Es una alternativa, es una forma de gastarse el tiempo y conocer a sus vecinos. Es una forma de hacer que de El Salado pueda salir, por qué no, un nuevo James o Falcao o Carlitos Bacca.
Ahora la Escuela de Fútbol que arrancó crece. De la mano de otros cuatro instructores, Leiner y su equipo se las amañan para que cerca de 300 integrantes, entre las seis veredas y el casco urbano del corregimiento, aprenda de fútbol. En El Salado se dan prácticas de lunes a sábados, pero si hace falta, se organiza partido para el domingo entre categorías. A las veredas se va al menos una vez por semana.
Pero ya no se trata sólo de fútbol: se vienen clases de baloncesto, voleibol, béisbol y microfútbol. Lo único que falta es terminar de dotar a la corporación con instrumentos deportivos y capacitar a los monitores. Porque la sede ya la tienen. Con ayuda de Pacific Rubiales, la Corporación Deportiva de El Salado estrenó una sede en la que tienen camerinos para los deportistas, almacenamiento para los balones y oficinas para los directores.